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Entradas

El telón de fondo

Hace unas horas, recibí una llamada. Era mi asesora. Por cuestiones de complejidad en el calendario, no podremos vernos. Me propuso otro horario, yo acepté. Ando nerviosa, los avances entregados me convencen y no. La estructura es buena y no. La tesis cansa y no.      Por eso que es que tomé este tiempo que había predestinado a verla y me vine a mi blog. Más allá de generar una entrada o nota después de un año, quiero dejar por acá parte de mi proceso de hacer investigación... Hacer investigación en doctorado. Hacer investigación en doctorado de corte feminista. Hacer investigación en doctorado de corte feminista en el rap. Hacer investigación en doctorado de corte feminista en el rap en México. Siempre he dicho, y no es mame, que el hacer investigación es abrirse de par en par para que eso que estamos haciendo nos cruce, nos arrebate el pensamiento, nos remueva el corazón, observemos privilegios y los cuestionemos. El hacer investigación es mucho más que andar redactando...
Entradas recientes

A todas aquellas que estuvieron antes de mi

Si he de florecer un solo día, que sea con fuerza y con fe. Mujeres de mi corazón: Desde la palabra, con la incertidumbre y la necesidad de llamarles, convoco que me tengan presente en sus manos y su voz. Desde aquí, convoco el fuego que iluminó el camino de nuestras ancestras. Ese fuego que tenían en los ojos cada que se hacían más sabias. Convoco a la sabiduría de nuestras abuelas, hermanas, tías que ya no están, pero que nos dejaron cuadernos llenos de notas mágicas, de historias propias, de conocimiento herbolario. Convoco reconociendo y abrazando aquellas veces en las que las mujeres que me precedieron, lloraron, rieron, estuvieron confundidas, entendieron el coraje, le dieron salida de sus cuerpos. Convoco la fuerza con la que ellas rebelaron a más mujeres el calor que había en sus manos para curar, para sanar y conocer sus dolencias. Llamo para que esas mujeres que ya no están, pero que en el corazón me acompañan, me presten sus ojos, su capacidad se asombrarse por los descubrim...

Carta a esa amistad que ya caducó

 Querida amistad: El tiempo, las circunstancias, la lectura, los recuerdos. Todo ha sido material para evaluar mi pasado y re-definir mi presente. Te escribo en un blog porque es un poquito moderno, pero no pierde el sentido de las cartas. Quisiera decirte varias cosas, pero mientras que las acomodo en mi cabeza, las pondré aquí. Primero que nada, quiero darte las gracias por todos esos años en los que estuviste conmigo. Porque seguramente pasamos por mucho caos, problemas y alegrías. Maduramos a la par, en ocasiones. En otras, me diste lecciones de vida o te dejé sobre la mesa algún ejemplo que espero de corazón, te haya servido. Lloramos y nos preguntamos infinidad de veces qué es lo que la vida quería de nosotros, nosotras. Nos enamoramos, y sufrimos pérdidas. Amores que no nos correspondieron se quedaron en mensajes, en últimas visitas. Volviéndose en un cúmulo de ideas que solo nos hacían daño. Me escuchaste, te escuché. Y nos levantamos una vez más. Luego, entre tantas vuelta...

¿Qué es lo que nace de la vista?... Y no es necesariamente el amor.

 Una de las notas anteriores, la dediqué al oído. A compartir y reflexionar lo que ha significado escuchar con cautela, con responsabilidad. Estoy dedicando tiempo para adentrarme al mundo de los sentidos y, aunque la vista ha sido el sentido al que más se le ha dado valor, debo reconocer que nuestra experiencia con el mundo se construye a partir de todos los sentidos. Pero si. De momento me enfocaré en la vista, en entender por qué ha sido tan importante. Pienso en la vista, en mis ojos, la primera vez que los abrí. No recuerdo, pero supongo que veía borroso, la luz me calaba. El enfrentamiento a la vida no surgió cuando salí del vientre, sino cuando me vi conflictuada, tratando de encontrarle forma a lo que mis ojos captaban. Amando a primera vista a mi madre, a su rostro. Darle nombre a todo aquello que traspasaba mis ojos, a mi cotidianidad. A ver un salón lleno de niños y niñas, espacios que no era la casa de mi abuela y saberme sola entre personitas como yo. Tracé caminos con...

Do Re Mi Fa Sol La Si... les extraño, Coro de la Enes

 De los cuatro semestres de la maestría, tres los pasé metida en coro. Y fue bien curioso, a escasas semanas de que entré, cuando apenas tenía claro dónde quedaba el salón de clases y me aceptaron en el Grupo de Facebook de la Comunidad Enes, lo primero que vi publicado fueron los talleres. Teatro, baile, coro... ¿Leíste eso? ¡Coro!       No me animé porque no conocía a nadie y la novedad de la maestría me atrapó. Pero rápidamente llegó el segundo semestre. Ahí me organicé, comí algo rico con Doña Cuca y subí a la Enes temprano. Llegué en silencio al salón que está junto a la librería y entré. Lalo me dio la bienvenida, justo estaba hablando de los horarios, de la dinámica de la clase. Mientras llegaban y llegaban más personas, familiarizadas con el coro y nuevas, como yo.   Muy relajada se dio mi "audición". No, nada del otro mundo. Lalo, el profe, me pidió vocalizar unas cuantas notas. "Bien, Adriana, eres contralto". Contralto, se escuchaba importante. U...

Necesitamos del silencio

Y cuando estés allá arriba, la ciudad se silencia... Cerro Grande, Chihuahua, Chih.  Es de madrugada. Quizá tú me vas a leer por la tarde, cuando caiga el sol, o antes de ponerte a trabajar. Sea cual sea la hora, déjame compartirte algo: necesitamos del silencio. Necesitamos alimento, agua, luz solar, energía, internet, abrazos, diálogos, trabajo, amor, salud, sexo, dinero. Pero también necesitamos del silencio. Urge silencio, aclamo silencio. Esa ausencia del ruido, ese apagar de televisión, celular, horno. Que placer es escuchar el silencio. Por qué sé que tu silencio no igual al mío. ¿Que te ofrece el tuyo? El mío, el respirar de mis padres al dormir, el reloj de la cocina, los gatos peleando en la calle.  Pero, aún así, me ofrece relajación. La pura idea de que todo está bien, en calma. La invitación a apagar el botón de alerta. Cero pendientes, cero entregas, cero deudas. Esa sensación de paz que me va a durar, espero, cinco horas más... ¡Qué emoción! ¿Que puedo hacer con...

Las enseñanzas de las temperaturas

 El 2020 ha sido un año complicado. No estoy diciendo nada nuevo ni estoy revelando el secreto más oscuro de la humanidad. Para nada. El 2020 resulto una pausa obligada, un momento de parar y de refugiarnos en casa. Espacios que han resultado confortantes o un verdadero infierno. Cada quien sabemos qué sucede dentro de ellos.     El trabajo (más) escaso, presupuestos (aún más) recortados. Oficinas en plena mudanza hacia la casa, los tiempos interrumpidos. Nuestra privacidad a la vista de todos en Zoom y Google Meet. Cuerpos agotados, reconociendo por primera vez el estrés o acentuándose padecimientos cada vez más graves. El sueño, ausente, movido. El término "economía" entendido como se le dio la gana. Pero en todos los escenarios, fue un desastre.     En este freno obligatorio, en el que los aeropuertos lucieron enormes y fríos, me tocó estar de regreso en casa. Con un montón de enseñanzas, de andares, y emociones. Y con un bulto gigante de lecciones inconclusa...