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Entre dolores y sentires: vivir la menstruación

 Quiero comenzar esta nota con una taza de té. Manzanilla, de preferencia. Hace unos cuantos años que descubrí el poder de la manzanilla en mi menstruación, mi cuerpo se vuelve más receptivo y me resulta relajante beberla. Tal vez sea la magia que le he otorgado lo que me permite sentirme así. Y tan segura y calmada me siento, que decidí honrar a mi periodo menstrual con esta nota.

Chamaemelum nobile // Manzanilla


Hoy, domingo 18 de octubre, con un ligero retraso debido al cambio de estación, mi periodo llegó con tanta fuerza que por primera vez presenté un preocupante episodio de baja presión. Un temblor y debilidad interna, una deshidratación instantánea, palidez, el cuerpo frío, adormecido. En segundos, me quedé tumbada en cama. Con el mareo, los cólicos no los percibía. 

Mamá estuvo atenta, conmigo. Dándome de beber agua, sal, dulces, subiendo mis pies, sobando mis brazos, notando mi palidez de pies a cabeza. Buscando posibles causas y obviamente Google vomitó mil y un cosas. Pero en ese momento era claro: el periodo, su retraso, su fuerza. Luego de una hora, retomé el sentido, caminé un poco, mi presión subió hasta 90/68. Yo perdida entre números, seguía y seguiré tratando de entender qué pasó.

El cuerpo es sabio, y aunque se nos ha enseñado a darle otras lecturas al calendario y tener calculado cuando nos vendrá "la regla", hay muchos aspectos que cada mujer ha aprendido a entender y tomar en cuanta para cuando eso sucede. Inflamación, sensibilidad en nuestros pechos, cambios de humor repentinos, dolor en el vientre y espalda, estreñimiento, antojos y exceso de azúcares, harinas o grasas dentro de nuestra dieta. Y eso es decir algo muy general.

Hay -habemos- mujeres que nos preparamos para ello. Y si bien lo anterior pareciera extraño, es más común de lo que se piensa. Desde hace más de un año, se me quedó el hábito de hablar a mi vientre días antes de menstruar. Si no lo haces, te lo recomiendo. De manera especial, procura hacerlo en las noches, cuando estés por dormir. Pon ambas manos en el vientre y habla con él. Pregúntale que siente, cómo está, y dile de la manera más amorosa que encuentres, que ya estás preparada para recibir aquello que cumple ciclos en tu cuerpo. Las palabras se convierten en calor, en olor, en hierbas que sanan y protegen. De verdad, nunca olvides el poder de la palabra. En esto y en todos los aspectos de tu vida. 

La luna, astro que tiene fuerte influencia en las mareas, también la tiene en nosotras. ¿Te has detenido a fijarte en el brillo de la luna cuando comienza tu periodo? Yo no había puesto atención a esto hasta que Adriana San Martín, mi amiga, me lo mencionaba con frecuencia. Se me hizo hábito también verme en la luna, medirme con ella y entender su influencia en mi.

¿Cómo vives la sensibilidad? Suelen resaltan esa parte de nosotras cuando reaccionamos o mostramos nuestros sentires de manera abrupta: enojo, llanto, risa, ira y demás actitudes. ¿Cómo ligarlas a nuestros ciclos mensuales? Aún trabajo en ello, porque apenas me estoy permitiendo vivirlos, identificarlos y compartirlos. Esto puede ir lento, septiembre no es el mismo que enero o marzo, por eso es que cada mes, me siento y me habito nuevamente, en ceros, limpia.

¿Cómo te alimentas? ¿Qué te permites, qué te prohíbes? ¿Cómo te cuidas? Hubo un periodo de mi vida en el que pensar en eso no tenía relevancia. La edad, el desconocimiento o el no saber escuchar a mi cuerpo. Pero caía en los excesos con mucha facilidad, justificando mi inflamación y creyendo que no pasaba nada. Al cambiar un poco la perspectiva y la relación que tienen los alimentos con mi ciclo, poco a poco he decidido alimentarme mejor. Y uno de esos cambios son las infusiones.

Como lo mencionaba al principio, y por el amor a mis adentros, he encontrado en la manzanilla y la canela dos sabias infusiones antiinflamatorias que calman mis ansias y reducen considerablemente los cólicos y demás dolores previos al periodo. Yo sé que esto no es nuevo, pero dejo por aquí la recomendación a beberlas, a sentirlas en distintos momentos del mes, a disfrutar el sabor y el olor.

Y es que con lo anterior, es el gusto y el olfato se conectan también con el vientre, con el estómago. Comienza una conexión de sentidos y órganos super fuerte, que nos lleva a una mejor comunicación y entendimiento corporal. Recordemos que somos nuestro hogar y quienes vivimos aquí, somos nosotras.

El ciclo menstrual no es más que el desprendimiento de las paredes sanguíneas luego de que el vientre no es ocupado para la gestación. Eso es, desprendimiento. Por eso es un ciclo. Y creo que entenderlo desde esa manera simple, nos podría llevar a otro nivel de comprensión los ciclos. Que pueden ser abruptos, calmados, dolorosos o tomarlos cada vez con sabiduría o preparación. Cada quien elige qué hacer con ellos. Igual y esta puede ser una anotación muy boba o innecesaria, pero te la dejo de tarea.

En estos tiempos en donde vivimos casi con el celular pegado a la mano, y quizá por eso estás leyendo esta nota, es normal consultar, mensajear y solucionar la vida en estos aparatos. Al llegar la noche, he confirmado que el celular, entre más lejos mejor. Mucho mejor. Además de que te permites dialogar con tu vientre, tu cuerpo entra en un estado de relajación total. Y en días de la menstruación, dormir bien es doblemente valioso. Una vez más, dejo la recomendación. Puedes hacerla tuya.

Se la pesadez que se siente antes, durante o después del periodo, pero de vez en cuando viene bien una caminata al aire libre. Con prevención, se vale salir a la calle unos minutos y darnos un tiempo distinto, con otros aires, en solitario o en compañía. El cuerpo bien puede sentir que los niveles de tensión bajan y el ciclo tiende a comenzar con apertura, ligereza, a tiempo.

A estas alturas de la nota, mi té ya se acabó. Me sigo sintiendo mejor y me sirvió para poder volcar en el texto algunas ideas y sentimientos vagos de lo que es la menstruación. Un tema, como muchos otros que por siglos fue silenciado para las mujeres y que ahora retoma sentido, para hablar a partir de ello. Para reconectar con otras mujeres, de esta y otras generaciones.

Es lindo explorarnos desde el amor, los consejos, recomendaciones y experiencias.

Y tu, ¿Cómo vives tu menstruación?

Comentarios

  1. Excelente texto compañera 😃!!! Se queda uno con ganas de seguir leyendo. Abrazos

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  2. Tener mi período siempre ha sido un suplicio, pero he de mencionar que este ciclo que acaba de terminar, lo disfruté. Siempre es un gusto leerte 🖤

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