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Mostrando las entradas de noviembre, 2020

¿Oyes o escuchas?

 El oído, uno de los cinco sentidos que aprendemos a reconocer en alguna clase de primaria. Lo representamos con la figura de la oreja, y también aprendemos a atender por nuestro nombre si nos llaman. Los medios como la televisión y la radio, con sus bocinas dibujadas, nos indican que la propagación del sonido llega hacia mi cuerpo, mi oreja, y reacciono: bailo, me enojo, me entretengo, me informo y demás.      El sonido, lo que tratamos de interpretar y dar sentido; el ruido, aquello que nos molesta o un sonido atemporal, sin ritmo, resultado de una cazuela que cae, de una silla que se mueve, la lavadora a lo lejos, la licuadora triturando el hielo. Vaya: ruido vs sonido. La definición quedará desde nuestras perspectivas.      Hablo de esto por dos motivos. El primero, es que mis recientes lecturas e intereses van sobre esta línea. Y el segundo, es porque me he encontrado molesta cuando mi oído se satura de un ruido o sonido que no emana de mi, de mis...

Aún no aprendo a dormir bien

La noche. La mejor oportunidad de descanso. El momento cumbre en donde, se supone, reposa nuestro cuerpo. Nos preparamos quitando la pesadez del calzado, lo apretado del cinturón o pantalón. Buscamos la ropa más holgada, más cálida que tengamos, abrimos o cerramos la ventana o puerta, según la temperatura del espacio o del ambiente. Al fin, la cabeza rosa con la almohada, pero... ¿Es todo? No.  Desde el atardecer, entregaré a la noche lo que soy.     Intentamos buscar la mejor posición para dormir. Hay quienes sus rostros se iluminan un buen rato con la  pantalla de su celular o en la lectura de su libro que aún no logran terminar. Una, dos, tres almohadas en la espalda, a un costado, abajo de los brazos, abajo de las piernas (por aquello de estimular la circulación). Qué se yo. La preparación para dormir implica tener un ritual propio.     Acercas un vaso de agua, bebes un poco antes de apagar la luz, soltar el celular no sin antes, contar las horas que qu...

Ofrendas, música y fiesta: Tzintzuntzan y la noche de muertos.

 Sin duda, Michoacán para mí significó sumar colores, olores y sabores a mis sentidos. Pero es en estas fechas que recuerdo más el impacto que causó en mi una de las fiestas más esperadas en la región: el día de muertos. Pensé que no sería capaz de encontrar las palabras para compartirles a ustedes parte de las memorias que guardé de aquél momento. De aquella noche. Decoración de dos tumbas en el panteón de Tzintzuntzan.  Así de vistosas lucen. Y el calor de las velas hacen que el resto de los colores brillen con intensidad. La zona lacustre, zona que comprende varios lugares emblemáticos como Pátzcuaro, Quiroga, Janitzio, Santa Fe de la Laguna, Ihuatzio y Tzintzuntzan, cada año se prepara para recibir a las almas que trascendieron. Almas que vuelan desde hace tiempo libres, ligeras y sin el peso del cuerpo y la vida a cuestas. Esa zona en particular se llena de luz, de calor, de música, de cempasúchil, de fiesta, rezos, lágrimas, ofrendas y diálogos en voz baja. Alt...