De los cuatro semestres de la maestría, tres los pasé metida en coro. Y fue bien curioso, a escasas semanas de que entré, cuando apenas tenía claro dónde quedaba el salón de clases y me aceptaron en el Grupo de Facebook de la Comunidad Enes, lo primero que vi publicado fueron los talleres. Teatro, baile, coro... ¿Leíste eso? ¡Coro! No me animé porque no conocía a nadie y la novedad de la maestría me atrapó. Pero rápidamente llegó el segundo semestre. Ahí me organicé, comí algo rico con Doña Cuca y subí a la Enes temprano. Llegué en silencio al salón que está junto a la librería y entré. Lalo me dio la bienvenida, justo estaba hablando de los horarios, de la dinámica de la clase. Mientras llegaban y llegaban más personas, familiarizadas con el coro y nuevas, como yo. Muy relajada se dio mi "audición". No, nada del otro mundo. Lalo, el profe, me pidió vocalizar unas cuantas notas. "Bien, Adriana, eres contralto". Contralto, se escuchaba importante. U...